LA PAELLA DE BOGAVANTE

A las 2.40 el departamento de administrativo y el de FOL se disponía a saborear la paella de bogavante encargada horas antes en el Restaurante Guillermo. El bogavante ha sido engullido en su totalidad por el departamento de administrativo mientras que al de FOL (que es vegetariano en su totalidad) le hemos dejado algunos granicos de arroz.

Hemos observado la falta de color de la paella, ese color amarillento del azafrán o pimentoso de las ñoras que se utilizan en el caldero. Unos decían que estaba salada, otros que no, un poquitín sosa. Pero ese bicho enorme con bigotes, el bogavante, nos lo hemos comido recordando al pulpo que en su día comimos en el Mata. Y las comparaciones son odiosas, pero uno de los artículos de nuestra sociedad gastronómica consiste en eso precisamente, en comparar y puntuar. Nos hemos propuesto como objetivo visitar cada uno de los restaurantes de mazarrón, y calificarlos en función de su comida, servicio, etc.

En la sobremesa hemos descubierto un hecho científico: Para poder viajar hay que dar vueltas con una maleta alrededor de la propia casa.

Otra cosa: Al igual que en los escritos y recursos administrativos hay que empezar con lo más importante y dejar para el final lo accesorio, en la comida pasa otro tanto de lo mismo, la experiencia nos dice que se debe comer primero lo bueno y el resto dejarlo para después.

La sociedad gastronómica ha decidido por amplia mayoría comprar o aconsejar a sus compañeros/as la ropa oscura, negra o azul marino oscuro, por ser más elegante, cómoda de lavar y menos díficil a la hora de confundir con las prendas del compañero o compañera respectiva. !Que luego pasa lo que pasa!

NOTA: 6